El saxofón
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Maestra
Cuquita Sandoval Olivas
Este artículo está dedicado a mi hijo, el profesor Edgar
Pérez Sandoval, quien, desde pequeño, incursionó al mundo de la música, primero
como ayudante de iluminación del
escenario, del conjunto musical norteño, dirigido por su padre, el Sr. Jorge
Pérez Flores, denominado “Los Reyes de Balleza”.
Su inclinación hacia la ejecución musical inició con la
guitarra, misma que aprendió de manera autodidacta; para cuando ingresó a la
educación secundaria, ya ejecutaba el bajo y los primeros intentos con el
acordeón. Su primer debut como músico fue en 1999, con el conjunto musical del
momento “Banda Morena”, cuando contaba con diecisiete años; es ahí donde tiene
su primer encuentro con el saxofón, instrumento que presentó un reto más a su
aprendizaje autodidacta, al cual dedicaba horas y horas de estudio, apoyándose
en videos y música grabada, convirtiéndose éste en su instrumento mater.
Posteriormente Edgar crea su propio grupo musical: “Conjunto
Realeza” y sigue aprendiendo la ejecución de otros instrumentos, así como la
dirección del grupo; sin embargo, su corazón se inclinaba hacia la pasión que
despertó el saxofón, por lo que empezó su ejecución como solista.
Sus primeras presentaciones
como saxofonista fueron a través de eventos escolares, donde deleitaba a la
concurrencia con alguna pieza musical instrumental; poco a poco, le fueron
invitando a más espacios; en ese trayecto, fue encontrando su voz musical,
ejecutando arreglos propios y convirtiendo esta noble labor en su “modus
vivendi”.
Su música ha engalanado diversos eventos políticos,
culturales y sociales en diferentes partes del estado, llevando su música
instrumental hasta Chihuahua capital,
Delicias, Jiménez, Valle de Allende, Aldama, Balleza, trascendiendo la belleza de su aportación
artística hasta lugares de la sierra tarahumara como: Guachochi y Guadalupe y Calvo; de igual
manera, ha servido de marco de acompañamiento a artistas de talla internacional
como el pianista Moisés García, en el Palacio de
Alvarado.
Sus participaciones han ocupado las primeras planas de
periódicos locales, ganando el reconocimiento de autoridades municipales,
educativas y culturales.
El saxofón fue inventado por Adolphe Sax en 1840, músico
que buscaba fusionar el sonido metálico del clarinete con la armonía acústica
de un instrumento de madera, se patentó en 1846 e hizo su primera aparición en
la música de bandas de guerra que eran muy populares en aquellos tiempos. Poco
a poco fue incursionando en orquestas, jazz, blues, con composiciones
especiales que permitían el brillo y esplendor que este sonido sensual produce
en quien lo ejecuta y en quien lo escucha, lo que permite una atracción y
efecto biunívoco sobre las personas.
Se dice que la música tiene una correspondencia directa
con los procesos mentales, ya que las sensaciones y percepciones que produce,
contribuyen con la relación de los dos hemisferios cerebrales; aseveración que
puedo constatar y corroborar con la reciente experiencia vivida, donde Edgar
Pérez fue invitado por el Director de Cultura Municipal, profesor Cayetano
Girón, a compartir un espacio musical con el dúo “Añejo”, integrado por la
Srita. Ivana Astrid Villalobos Luna y Jesús Omar Ponce
Leal; evento denominado “Voces y Sax” en el
Teatro de Cámara de la Casa de la Cultura.
La ambientación del lugar, sonorización y público amante
de la buena música, permitió que floreciera la empatía, los recuerdos asociados
a los temas interpretados; el ritmo, melodía, tono timbre y métrica
determinada, entró en juego para responder a las necesidades emocionales del
público.
Ante el sonido, melodioso, dulzón y melancólico de piezas
musicales tales como: “Imagine” de John Lenon, “La vida en rosa”, canción
insignia que popularizó la cantante francesa Edith Piaf en 1946; “Bésame mucho”,
de la compositora, intérprete y arreglista mexicana Consuelito Velázquez, canción que describe
el amor universal y que al ser interpretada por la sonoridad majestuosa del
sax, arrancó aplausos, lágrimas, memorias y añoranzas del público asistente.
Vaya pues mi admiración, respeto y amor profundo de
madre, para ese músico virtuoso que tiene la capacidad de despertar y comunicar
un sinfín de emociones cuando conecta alma, espíritu y sonido.
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